arrogante, indiferente te cruzas en mi
Mi corazón queda latiendo en silencio,
aceleradamente mi alma seguirá viviendo
para siempre, ¡Eternamente!
Nubes que invadís el cielo, llevad a la
otra vida esta tristeza que me abruma, y
aguardad que entre en otra alma y "Así"
la alegría podría entrar en mi vida.
Es lo imposible lo más hermoso y
añorado, con tanta fuerza lo desees,
que despierto paso el día soñando.
Bella idea que acaricias, la mimas y
a idolatras, lo deseas con tantas ganas,
que cuando lo tengo muere mi alma.
Cuando despido a los muertos, con
pompas y con dolor, acompañado va
el cortejo vivo...¡Que muertos los otros
son!
Caminando va lentamente, silenciosos
por lo largo del camino, nadie los llora,
nadie los mira, son muertos.
¡Que no se quejan!
¡Que no hacen ruido!
Autor Juan Alonso Nebreda
19 de Enero del 2013.
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