jueves, 17 de enero de 2013

(EL BARRIO LIMPIO) DE JUAN ALONSO NEBREDA

    Barrio de mi niñez, hoy mis amigos están
helados de frío, la verdad es que esta
nevado, la luna y las estrellas apenas
alumbran por el rocío y la niebla de la noche.
    Necesito que alguien caliente mi cuerpo
frío, para tener esperanzas de la vida, como
las flores que llenan mi casa en su entrada
que están deshojadas y muy feas.
    Quisiera tener una mujer que me quiera
y que me necesite como yo a ella, que no
mienta y que sea muy leal, para así confiar
en ella, como la pluma del poeta siempre
firme en sus escritos.
    Las risas y lágrimas que manan de mis
ojos, al contacto del frío que me pone los
pelos elevados al viento, como un arco
con sus flechas, no me llamo, no tengo
nombre, solo se dice esa persona que
tiembla de frío.
    Debe ser la mujer que cure mis labios
con ese beso sabio con pétalos de rosas
y sentir sus caricias con esas manos de
mujer, y que sus piernas me aguanten por
las noches frías llenas de romance.
      Te vi y te perdí en aquél árbol de las
desdichas, y más en la oscuridad y en el
silencio de la noche, que se me hizo eterna,
también veo el balcón que con mi guitarra
la trovaba unas melodías que hoy las
guardo para dedicárselas algún día y en
algún lugar.
   Autor   Juan Alonso Nebreda
   17 de Enero del 2013

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