mujer que yo busque y al fin la
encontré, me enloquece y me
embelesa con su flamante belleza.
Ella es la persona que yo soñé
siempre, a su lado me siento
seguro y protegido del silencio y
de la soledad, solo con ella a su
lado me siento seguro y muy feliz.
Nada más verla me ilumina, mi
mente y mi pensamiento queda
totalmente liberado, su sonrisa
me conmueve el alma tanto
tiempo perdida, y la tenía tan
cerca que casi la toco con las
manos.
Siento su presencia en cada
instante del día, mi piel se
transforma en un mar inmenso de
fuego, imposible de apagarlo, mi
sangre se altera a su contacto y
solo deseo amarla.
a mi, ese día llegó, es quien me
tiene sumergido a su pensar, mi
instinto de amarla está presente
en mi deseo, que el goce sea
constante y no volver a regresar
al túnel sin ella.
Autor Juan Alonso Nebreda
17 de Enero del 2013
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