llama en cada instante del día,
me siento sujeto a sus llamadas,
la busco pero siempre esta lejana
a mi sentir y a mi mirada.
La busque por el mundo y por
otras tierras lejanas a mi, al fin
la encontré, me abrió sus puertas
de par en par, la llamo y me
contesta, pero no la veo, sigue en
mi mente, en mi pensamiento y en
mi vida.
Sé que en algo nos parecemos
me lo dice el destino, sé que un
buen día no muy lejano nos
veremos y quizás nunca más el
destino podrá separarnos.
También sé que estamos en
un mundo de los dos y ese
mundo nos pertenece para
poder seguir amándonos hasta
la terminación de nuestras vidas.
Autor Juan Alonso Nebreda
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