viernes, 11 de enero de 2013

(EL AZOTE DEL VIENTO) DE JUAN ALONSO NEBREDA

    El tiempo se para, pero tu ver se hace
más entero, en aquél que fue nuestro
momento, en el que el viento nos azota y
los árboles tiemblan al pasar sobre ellos,
también aplaca nuestros sentimientos.
    Todo sigue firme, los árboles siguen
sujetos a sus raíces, pero todo queda
al descubierto de la tierra, donde las
pobres raíces lloran el sufrimiento
causado por el vendaval del viento, es
como las lágrimas que corren por
nuestras mejillas al verlos sufrir.
    Es la luz que nos refleja por la noche
es la estrella polar siempre tan
reluciente y tan brillante que nos
ilumina en la paz y en el silencio, de
esas olas en la playa., que juntos con
el amor paseamos hasta el amanecer.
   Allí estoy con el amor deseado, en
el rincón de ese silencio en que los dos
respiramos con calma atrayéndonos
al urge del amor, es una pasión de amor
que no necesita más que los besos
apasionados de dos seres que se aman.
    Estoy contigo y a tu lado, sin ti sería
como el viento que azota los árboles
hasta romper las raíces del piso que
las sostienen, y mis lágrimas si tú no
estas romperían eternamente mi
corazón.
   Autor Juan Alonso Nebreda
   11 de Enero del 2013

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