no es una realidad.
Dejé por ti mi ilusión, pero luche por
ti.
Dejé por ti mi fe, pero creí en ti.
Dejé por ti el lugar que hasta entonces
llegaba por un vado que prometió amor,
pero ese amor noto perderlo día a día.
Pero luche por él, hasta que las fuerzas
me dejaron sin sentido.
sombra y en ellos me cobijaba.
Dejé mis perros y animales cariñosos,
en los que me refugiaba en mis años
desterrados, y hasta casi el invierno la
vida.
Dejé un temblor, los fuegos no
apagados.
Dejé mi sombra en la penumbra, dejé
mis ojos de llantos en las despedidas.
Dejé el calor y el olor majestuoso
del mar, deje de verte.
Dejé por ti lo que era mio, tú amor
a cambio de mis lágrimas, que tantas
arroje para retenerte, y así veo como
se apaga mi corazón sin un a dios.
Autor Juan Alonso Nebreda
8 de Marzo del 2013.
No hay comentarios:
Publicar un comentario