jueves, 14 de febrero de 2013

( LA LUNA) DE JUAN ALONSO NEBREDA

     Mi luna ya ha muerto, la
llevamos a enterrar, era una
rosa roja con un tallo de
cristal.
    Bajo hasta el horizonte,
bajo hasta el mar, estuvo en
la arboleda y se enredo en
el moral.
    Me alegro porque era un
ave de cristal.
    No hubo para ella nadie,
ni un esposo ni un galán.
   Como se pondrá el infierno
porque cielo no habrá.
   Hay como se pondrá la
noche, cuando llegue y no se
refleje en el mar.
   Acudid al entierro, con
alegría y serenidad, ha
muerto la luna y su rostro
no refleja más.
   Campanas de mi iglesia,
siguen tocando más, para
despedirse del cielo, porque
al infierno vas.
 Autor Juan Alonso Nebreda
 13 de Febrero del 2013

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