lunes, 4 de febrero de 2013

(EL PENSAMIENTO) DE JUAN ALONSO NEBREDA

    Silencioso y amargado 
caminaba, pensando una 
y otra vez.
   Por una mirada extraña
que apenas se podía ver.
    Cuando hablaba tenía 
un deje distinto, parecía 
su vejez, pues era tímido
a la vez.
    Una luz en su 
pensamiento casi se podía 
ver.
   Lo profundo era 
luminoso, como así ardía
la buena fe en el.
    Fue domador de animales
salvajes y de mansos 
también.
    Producía tempestades, 
así como conducía las 
abejas a la miel.
   Daba maravillas a la 
vida, así como consuelo,
amor y placer.
    Leía en versos sus 
pensamientos y así se 
creía que era el.
    Montando en su 
caballo al trote un buen 
día se fue.
   Pido por mi paisano al 
Santo, para que se ampare
de el también.
 Autor Juan Alonso Nebreda
 4 de Febrero del 2013

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