no resulte un galán ante la gente, pero
encontré un amor y un cariño dulce y
siempre presumí de ello, soy amado,
y seguiré siéndolo.
Siempre pensé en ella y el amor la
entregue en silencio, es como un rayo
de sol que nos traspasa la ventana, nos
ilumina y nos da calor, el amor te
alumbra el camino y el calor te lo
entrega en el hogar.
Me entrego su cariño y todo el
esplendor de su amor, está tranquila
y serena, por eso la convivencia es
muy alegre y cordial, es como el
regar de las plantas con el rocío de
las mañanas, nunca las falta el agua,
ola salitre de las olas del mar,
siempre están acompañadas de la
sal.
Ella siempre fue y es la voz
siempre pensando en la comodidad
y la forma de seguir con el cariño
diario, para que uno se sienta
cómodo y lleno de fragancia y
encanto en el amor que da y a la vez
recibe.
Autor Juan Alonso Nebreda
27 -12-2012.
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