de alegría y amor, un día mal llegado
surgió lo imprevisto me encontré con el
destino que jamás me lo perdone, lo que
dejé en su día, siento hoy que fue un
inmenso error, aunque mi vida siga
Eramos jóvenes que nos amábamos
en la vida y fuimos inmensamente felices,
vivíamos en un mundo lleno de alegría y
glorias, pero alguien nos maldijo, y yo
maldigo a ese alguien, que se introdujo
entre dos personas que se querían y se
amaban con la ilusión y el cariño del
mundo.
El destino supo alejarnos y de esa
amera sufrí la distancia, algunas veces
los pensamientos se acercaban, pero era
la distancia quien no conseguía unir a
esos dos seres que seguían amándose,
eso se nota pues cada vez que se tiene
algo con el otro ser, la vida late a pasos
agigantados, se siente.
Ya sé que es tarde para volver a empezar
de nuevo, se suele decir "nunca hay dos
oportunidades buenas" y suele ser así
aunque alguna vez salga de buena manera,
el amor estuvo en nosotros, entro en
nuestras vidas y se fue.
Autor Juan Alonso Nebreda
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