Si oigo el rumor del viento, yo la amo
y yo la quiero. el manantial y su fuente,
el balar de los corderos o como el cantar
de los pájaros y el misterio de los cielos,
hoy mi sentir esta angustiado solo deseo
sus besos, sentirlos por las noches y por
la mañana en el alba.
Me saluda todos los días y sus versos
son un eco, los cantes y sus notas se
prolongan por los llanos y los cerros, hay
algo de calor apacible y poco hogareño,
deseo ver mi vida, muy junta a la tuya para
que tu sepas que te amo más cada día,
solo tú sabes que ermitaño seré pero mi
vida a ti te entregare.
Si yo supiera callarme, que tristeza
habría en el aire y en el azul del cielo,
que silencio en mi ermita y que como
esta extrañeza entra en mi pecho, tu vida
deseo cojer pero a veces como hoy no
es posible, hay sensibilidad en las letras
y tristes mis palabras.
En el día tras día, hora tras hora, el amor
y el tiempo pasa alegre, las flores con sus
perfumes aroman el melodía, recoge las olas,
besa la playa, los gritos con sus ondas
graban su armonía, el tiempo pasa y suenan
llantos de risa, es la alegría del alma que
desea verte mañana, se que no hay sol ni
luna solo existe el pesar del amor en calma.
Autor Juan Alonso Nebreda (España)
29 de Enero del 2019
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