Aquel día te vi tan bella, que
sé realzo todo mi espíritu al verte,
tu aroma, tu hermosura y tus ojos
tan radiantes despejaron en mi las
dudas de amarte, siempre te pense
y te espere sabiendo a veces que
era ese amor imposible.
Esperando en mi leche la llegada
del ser que tanto he esperado, gemí
de placer al contacto de tu piel hacia
mi carne, tu sentimiento hacia mi, y
tu ingenia inocencia, yo lloré al ver
que tu persona se veía alegre y feliz
a mi lado, era nuestro sentir grato.
Seguiremos acariciándonos, con
esos ánimos y palabras hermosas
como dos seres que se aman y se
dicen, no deseo vivir más sin ti solo
quiero seguir disfrutando todos los
placeres y emociones juntos, hoy más
que nunca darte esta gracias de sentir
tu amor.
Fuimos nosotros una y otra vez
hasta quedar exhaustos nuestras vidas
y nuestros cuerpos, ¡que será de otro
día sin amarnos!, ¡quién curara mis
heridas incurable!, deseo diisfrutar de
está dicha placentera.
Nos amaremos siempre, me dijiste
en el sentir de las sombras y en la
oscuridad de la noche., yo se que nos
amamos y nos amaremos hasta el
final de los dias, hoy mi luna alumbro mi
imagen y me dijo sigue el camino y
también tu destino.
Autor Juan Alonso Nebreda (España)
6 de Enero del 2019
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