Estamos alejados de la costa, el mar nos
conduce hasta el mas allá, las olas hacen
que los pelos se nos pongan en punta y el
peligro empieza a aparecer, el viento nos
azota el agua nos deja sin visión, el barco
navega sin rumbo, solo el control del timón
esta en nuestras manos.
El barco empieza a navegar, nos hacemos
con el timón, las velas grises se tensan al
viento, pero el rumbo es el deseado, siempre
nuestros suspiros se hacen firmes y nuestros
pensamientos son claros, este sentir del
mar nos hace mas firmes al sentimiento de
este amor cada día más claro.
Al rato de navegar las olas golpean el
casco del barco y las velas siguen al guión
del viento, es una maravilla navegar al lado
del amor deseado, nuestros corazones se
inundan de satisfacción y felicidad, sentimos
estos lazos de amor que cada instante de
nuestras vidas nos entregamos al deseo de
ser felices.
Nuestra visión divisan tierra, el rumbo
sigue, el velero se enfila , tiene ganas de
llegar a la costa, tanto como nosotros, que
maravilla el sol esta esplendido y calienta
la brisa que es suave y prolongada, el
color oscuro de nuestra cara hace pensar
el en el sentir cada momento de anclar el
barco para salir del mar.
Por fin se llega a la costa, fondeamos
cerca de una playa, la arena es limpia y
muy blanca, saltamos al agua, y en el
fondo de la playa también hay árboles
que hacen firme su belleza, este fue el
día más deseado, pasando lindamente
con este amor que tanto he deseado, este
fue un sueño que el amor esperado si
lo vi entre mis brazos y este mar que
siempre me gusto.
Autor Juan Alonso Nebreda (España)
26 de Agosto del 2018
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