Deje de sentir ese amor que siempre tú
me ofrecías, corrí por ese camino sin parar,
llovía y mi cuerpo solo deseaba tú calor que
siempre sentía, mis ojos no dejan de llorar
mis las lágrimas caen mezcladas con el
agua de la lluvia, me sentía agarrotado pero
tuve fuerzas para seguir mi camino, me
sentía apenado pero nunca dejé de caminar.
Sé que tu alma es de un ser maravilloso,
y no te dejas llevar por nada ni nadie, ahora
sé que algo pasó entre el ayer y el hoy, a
veces ese don poderoso que posees, me
mira y exclama un sentir en nuestras vidas,
sabemos que nos amamos, porque uno asi
lo presiente y siempre estas en mi pensar.
Sigo el camino y mis ojos, siguen llorando,
corro, me paro y vuelvo a caminar, no sé si
te busco o me quedo contemplando ese
infinito que cuando paro de andar diviso en
la lejanía, que pena que no sientas estos
sentimientos siempre igual, tú sabes que mi
alma esta junto a la tuya, y solo deseo que
las dos se junten hoy puede ser, mañana
puede ser tarde, se que al atardecer todo
es más grato para mi mirar, mi luna me
acompaña mi siempre sentir hacia ti.
Deseo como siempre supiste, beber de
esos labios de sabor a miel que siempre me
diste, y sentir a tu lado ese cariño y ese amor
que juntos podemos realizarlo, pero siempre
por delante de ese amor manifestado entre
los dos, sabemos que el amor es inmenso
pero a veces ocurren cosas que uno no
sabe porque, por eso cuando nos sintamos
hoy nos daremos nuestro amor y sentir a
nuestras vidas.
Autor Juan Alonso Nebreda (España)
3 de Septiembre del 2018
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