Deseo que me enseñes amar, estoy
bastante ignorante en esta materia de la
vida, siempre fue un suplicio, nadie me
enseño a querer solo, esta es la voz y la
diferencia sin tener a quien para amar, me
siento lleno de energías muy valoradas
por mi sentir.
Para hablar de este amor, sé que no es
tarde, que poco a poco se aprende, pero
sé que si me facilitas todo será más
llevadero y mi camino a recorrer será
también el menos costoso, aunque a veces
se recorre el más difícil, hoy deseo que
para mi sea muy llano.
En nuestro paseo de hoy me llevaste de
la mano, que alegría al sentir tu calor en
las mías, en un principio pensé que todo
era incierto pero al sentarnos en el banco
del paseo comprendí y entendí que me
estabas enseñando a amar, un amar
muy generoso, que a su vez uno lo ve
con mucha sencillez.
Dejaste en mi mano un calor, un calor
que siempre y lo llevo conmigo, ese calor
quedo prendido en mi, me diste cariño y
amor, y todo eso sé que tú me lo has
enseñado, y con la misma moneda yo hoy
y siempre te compensare, deseo ver esa
alegría que tu mirada entrega a la mía y
a si ver que todo lo aprendido es amor.
Autor Juan Alonso Nebreda (España)
12 de Septiembre del 2018
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