Noto como mi alma se me envenena,
mi respirar va sin rumbo, dando giros por
el mundo, tan preocupado por las gentes
que no tiene destino a veces es un destino
inapropiado de la vida hoy me senti sin
fondo y el agua me llevaba.
La buena voluntad se detiene y sigue
el paso, y el saber se convierte en un
respiro, rozo tu cuerpo con mis manos,
cruzo el mar desnudo bajo la mirada del
cielo y de las nubes de su celeste cielo
que nos devuelve su encanto, a veces
es maravilloso ver su color, pero hasta
eso el dia de hoy esta gris.
Tú anhelo finge llanto y maldad, y yo
maldigo siempre el destino que fue cruel
conmigo en este día tan importante, que
siempre calmaste con un ímpetu de esta
fuerte liberación de tantas maldades
juntas, a veces son impropias de la vida
pero sé que nunca los días son iguales
mañana amanecera y mi mente solo
pensara en amarte mujer deseada y muy
amada.
Levantas las olas del mar, siempre
saladas, es el sabor del agua y de la
vida, pero no de esta vida, el agua siempre
será salada, pero el cariño y el amor es
como el viento, hoy me azota y mañana
me detiene, deseo sentir esta noche la
frescura invernal, deseando ver a la luna
que me de esa fuerza que a veces se
va del ser que siempre desea navegar
con el rumbo indicado.
Autor Juan Alonso Nebreda (España)
4 de Febrero del 2019
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