Azota el viento sobre mi rostro,
mis ojos se llenan de molestias,
pero siempre sigo en ese camino
que me guía hacia ti, es como una
daga que se clava en mi alma, pero
sé que me lleva hasta el final del
deseo, aunque a veces cuesta, se
que hoy hay recompensa amarte.
Dejo mi cuerpo al descubierto
porque el aire me azota y se refleja
en el oído que me dice sigue y sigue
firme que pronto llegaras al destino,
el sudor se hace firme en mi frente
y el goteo se siente sin cesar, es un
sudor muy frio pero se que al final
encontrare este consuelo que todas
las almas necesitamos en la vida.
Yo sé que ella domina mi fe y mis
sentidos, y a través del viento que
silva para que no me desvié del
camino, es ella la que lucha a través
de mi vida, que me dice que me
espera, yo sigo y noto su perfume,
es un aroma de rosas que solo ella
es capaz de sentir el aroma que me
ilumina y hoy noto que el sol esta muy
reluciente y en la cuspide del cielo.
Sé que la espera es larga, pero
siempre merece la pena si al final
eres recompensado con ese amor que
dos seres siempre se sienten llenos de
felicidad, deseo ser su prisionero, para
demostrar mis sentimientos en ese
amor que aunque cueste llegar, siempre
hay un premio en ello, vivir felices, sentir
eso que un cuerpo se nota alegría muy
espirítual en nuestro sentimiento de
amor para los dos.
Autor Juan Alonso Nebreda (España)
19 de Noviembre del 2018
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