Deseo tenerte en mis brazos, cogerte
de la cintura y los dos a la vez mirar
el firmamento, conjuntamente los dos
deslizarnos hasta ese sin fin lejano,
donde los deseos se cumplan con
solamente mirarte a los ojos y a la vez
oírte con esa suavidad que tu haces.
Te doy mis sentimientos, que junto a
los tuyos recorreremos esos lugares
lejanos, donde no haya miedos,
envidias ni rencores, donde solo haya
salud y hermosura de todas las cosas
buenas que nos dan, donde tus risas se oigan
en todos los lugares, pero el más hermoso
es estar contigo.
Donde el contacto de tu piel, me
diga ámame y nuestros cuerpos
compartan ese frenesí de dicha y de
amor que nos dedicamos para
siempre, nuestras manos siempre
unidas, sentir esa sensación que solo
los dos deseamos, hoy sentí esa
sensación que hace tiempo la ignoraba.
De esta manera vivir nuestras
vivencias en que los dos deseamos, no
separarnos nunca para que de esa
manera saber que los dos nos daremos
ese amor transmitido y a si poder
brindar siempre por nuestra felicidad, una
felicidad que no se hace con un día ni dos
es una felicidad que la vida da a los que se
aman y se sienten.
Autor Juan Alonso Nebreda (España)
7 de Noviembre del 2018
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