Mi mirada se fijó en esa imagen
que estaba llorando, la toque la
espalda y pregunte, ¡porque ese
llanto!, en ese instante me miró,
pensé en un momento, me habló
era la de un ser que hace que mucho
tiempo conocí, nos dimos amor y
con ese cariño y amor me dijo adiós.
Era ese ser que en mi vida estuvo
buscando, una dama con sus ojos
sonrientes, al hablar con ella cada
instante se la veía feliz, vino de muy
lejos sin lugar ni residencia para vivir.
me sentí lleno de alegría, era ella ese
ser que un día me prometió amor, la
vida a veces es muy ingrata y se que
ese sentir hoy existe.
Su tristeza fue expulsada de su
cuerpo, agradeciendo al tiempo y la
calma de haber encontrado a ese
amor tan deseado siempre, ahora ya
no hay temor para volver a amar ese
amor siempre prometido, ese sentir
que nunca es tarde para sentirse muy
dichoso y feliz.
Esos recuerdos con melancolía ya
no existen, ahora son realidades, son
penas pasadas, las aves están a su
lado como el amor que está en
nosotros, su cuerpo se realiza, la luna
nos asiste para tener un deseo infinito
con ese anhelo deseado de un amor
lleno y encantado, pero a su vez esas
lágrimas son de amor.
Autor Juan Alonso Nebreda (España)
12 de Octubre del 2018
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