pinares y hermosas praderas, se nota su
limpieza es en el mes de mayo se completa
con sus hojas verdes, hay unas nubes que
siempre sirven para adornar en apiadado
y reposar del azul del cielo.
Las ramas se abrazan a los troncos de los
árboles, y en sus puntas hacen sus nidos
colgados las llamativas oropéndolas, que
con su plumaje amarillo adornan mas bonita
arboleda, espero que el agua moje sus hojas,
las ramas lo están pidiendo, pero hoy no
lloverá.
Ella me espera sentada, espera reposar en
esa arboleda, yo deseo luchar y prepararme
para ello, en una rama el fiel arrendajo lucha
con un lagarto para dar de comer a sus
polluelos, pero en esa pelea no hay vencedor
ni vencido, el astuto lagarto se escapa de su
pico y se siente libre, yo lo estuve
contemplando me emocione.
El sol calienta y su aparición se siente, mi
moza sigue esperándome, no deseo luchar con
ella, espero que la paz sea siempre firme y no
haya vencedor ni vencido como lo que acababa
de ver, un gran banco es el consuelo del reposar,
así fue y deseo que siempre sea igual, me sentí
como el galopar del caballo por la pradera.
Autor Juan Alonso Nebreda
29 de Enero del 2014
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