lunes, 7 de octubre de 2013

(EL PAISAJE) DE JUAN ALONSO NEBREDA

     Hay dulzura en mi vida en un
día inquieto, los álamos se
extienden y sus ramas se abrazan
a la tierra.
    Una bruma espesa cubre casi
toda la ladera, las telarañas se
extienden, para tapar todos los
senderos de esta hermosa pradera.
     Los manantiales brotan, el
agua susurra, su silencio existe
sobre esta pradera.
     Un caracol pacifico camina
por la vereda, ignorado y muy
humilde sin saber donde llega.
    Su paisaje reluce, en su
sacrificio para ver esta
maravillosa y divina naturaleza.
    En este paseo le di virtud, fe,
para si olvidar siempre las penas,
caminamos lentamente para si
ver el final de la senda.
    Penetrando en el pinar, que era
de pinos y de yedras, por los
suelos completos de ramajes y
espinos y tojos que ensuciaban
toda la naturaleza.
     Seguimos caminando, al fin
contemplamos, la virtud y el
encanto, el cantar de las aves que
nos alegraban el paisaje, en una
vista quebrada y rocosa, pero
digna de una mañana inmensa.
  Seguimos caminando , al final
vimos lo mas bonito, lo imprevisto
un animal naciendo, era la vida y
la alegría completa a este encanto
lleno de hermosura, era su ley la
ley de la vida.
  Autor Juan Alonso Nebreda
   7 de Octubre del 2013

   

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