miércoles, 23 de octubre de 2013

(DESDE MI CELDA) HISTORIA DE UN AMIGO. DE JUAN ALONSO NEBREDA .1

     PRIMER CAPITULO.
     Desde la soledad de mi celda, oídme por que soy alguien.
     Alguien libre, pero privado de libertad.
     Alguien que siente, pero sin derecho a sentir.
     Alguien que habla, aunque nadie te escuche.
     Alguien que pide ayuda, aunque la petición no sea oída.
     Alguien que aclama aunque sea oídos sordos los que oigan mi clamor.
     Alguien que quiere vivir, aunque le sea negado, el deseo de la vida.
     En fin soy alguien.
     No soy este ni aquel, soy yo siento anhelo, sufro y vivo.
     En medio de la multitud, no quiero que me confundáis con uno u otro,
no soy mejor que aquél, ni peor que el otro.
     Y tengo derecho a seguir siendo yo, con mis equivocaciones y
tropezones, pero tengo derecho a equivocarme, tengo derecho a caerme
sobre todo tengo derecho a levantarme.
     Desde la soledad de mi celda oídme por que soy alguien.
      Y así me encontré con una vida que la sociedad me obliga a ser así,
apartándome y hundiéndome en un abismo cada vez más difícil de salir
y del que era imposible escapar, haciendo gritos sordos a mis gritos
desesperados, pidiendo ayuda a esa sociedad estructuralmente perfecta,
pero solamente destructiva.
      Esa soledad que es la que pide perfección, los más corruptos, los más
fuertes los que tienen todo, exigiéndonos obligaciones a los más débiles,
a los que no tenemos recursos ni ayuda, a los que carecemos de todo, a los
infelices, a los que niegan incluso el pesar respirar. ¡A ser persona!
     A los que no tenemos nada. solo nuestro miedo al mañana y nuestra
mísera voz para pedir ayuda.
     Sin saber. Hicieron de mi una gran isla, una isla inhabitable, inhóspita.
      ¡Solitaria!
      Imponiéndome  esa terrible, tremenda y malvada soledad, no ya
física, sino soledad del alma.    (CONTINUA)
      Autor Juan Alonso Nebreda
      24 de Octubre del 2013 

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