martes, 28 de mayo de 2013

(LA GRAN NEVADA) DE JUAN ALONSO NEBREDA

      Mediados el mes de mayo . nevada
de por medio caía.
    Unidos de la mano por las rizadas
quiebras del monte, se trepaba buscando
los recodos para cobijarnos del frío y del
temporal.
    En cada trecho nos parábamos para
darnos un respiro a nuestros pechos
cansados y jadeantes, o bien se subía
despacio y ahincando el paso y tirando
el cuerpo hacía delante , buscando
nuestras manos y en la diestra un bastón
para poder seguir caminando.
    Poco a poco se iban trepando los
cerros en los que moran las rapaces, aves
de gran altura que con sus fuertes
plumajes se defienden del temporal.
    Según subimos ya huelen las hierbas
montaraces, su fuerte olor nos conmueven
romero, tomillo, espliego y salvia, que
sobre la gran nevada sobresalían su encanto.
     Es bonito ver volar al buitre, con su
majestuoso vuelo cruzar en solitario el puro
gris del cielo.
     La entrada en el monte agudo y una
redonda loma en cual se ve el recavado
escudo, los trinos del escribano eran los
únicos sonidos que nuestros finos oídos
podían percibir.
      Se veía el horizonte cerrado por sus
colinas oscuras, coronadas por robles,
hayas y encinas desnudas, peñascos y
prados solitarios de animales, solamente
alguna oveja rumiaba la fresca hierba que
en algún tramo se podía ver.
    ¡Oh! tierra noble y triste de la Yecla la
de los cerros altos, llanos y yermos rocosos,
de campos sin arados, regatos y arboleda,
caminos sin mesones sin danzas ni
canciones, así es la tierra de la Yecla...
  Autor Juan Alonso Nebreda
   29 de Mayo del 2013

1 comentario:

  1. GOSTEI. MUY HERMOSO EL POEMA. EL IMAJE MUY LINDA. GRÁCIAS AMIGO. BEIJINHO

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