para mi, pero fue una sensación positiva
cuando nos vimos por primera vez en
aquella alcoba, casi a oscuras, tu cuerpo lo
vi por primera vez, quede totalmente
encantado a todo lo que de el desprendía, tus
senos y tu figura esbelta que de el
contemplaba.
Se unieron nuestros cuerpos, y mis grandes
manos te acariciaban todos tus encantos, tu
correspondías sobre mi, los dos nos sentimos
profunda mente enamorados de nuestras
sensaciones que en esos momentos nos
estaban transportando.
Tu boca sobre mi correspondía a nuestras
ansias de amarnos, te sentí profunda mente y
notaba como tus senos se encrespaban en mi
pecho, estábamos profunda mente al amparo
del silencio y de nuestras acciones.
Seguimos amándonos hasta el amanecer
del nuevo día, donde escuchaba de tus
labio mi nombre constantemente, tus senos
una y varias veces llegaban a mi boca, para que
te sintieses y las besara, yo siempre
correspondí a tus encantos, nos conocimos en
ese día, y sin piedad nos amamos, y desde
entonces mi amor eres tú.
Autor Juan Alonso Nebreda
24 de Noviembre del 2013
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