El verte es saber de ti, es ver tu
cara en el reflejo del cristal, es un
resplandor al rayo y al agua y saber
que siempre tienes en tu reflejo una
sonrisa celestial.
Tus mejillas rebosan de alegría y
a la vez unas lágrimas que adornan
en ti una belleza poco imaginativa,
pero es algo especial al mirarte.
Nos vemos en un espacio
reducido, sentimos necesidad de
caminar y vernos libres, no estar
encerrados y de esta manera
nuestras vidas se ven totalmente
liberadas.
Cuando estamos juntos,
nuestros cuerpos notan latir
nuestros corazones, y palpitan
al unisono, se sienten atraídos
sexualmente y entre los dos al
unirnos parecemos uno.
El estar contigo es
comprenderte y saber que no hay
desunión, no hay deseos que no
se puedan cumplir, todas nuestras
misiones, somos fuertes y de esta
manera las cumplimos, y así nos
amaremos hasta la eternidad.
Autor Juan Alonso Nebreda
4 de Enero del 2013
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