He elegido el día de hoy
para mi regreso y es un buen
día de primavera.
Aquí todas las hojas se
preparan para empezar a vivir
en lo cual quisiera entrar con
fe y amor dentro de tu corazón.
Despierto esta mañana con
una niebla tierna que movía
con delicadeza el alba, en la
que se veía su flamante
mirada.
Ya están listas las hojas y
las flores, y preparando el cielo
para ensayar los pájaros sus
delicados trinos para cantar
por las mañanas.
Adiós, adiós casa mía,
espero que sea un buen día.
Dejé mi casa con olor a
incienso, dejé el ciprés con
su fuerte aroma.
Camino y me recuerdo si
algún día volverá a ser como
antes o será como un día
cualquiera y he elegido hoy
para ese día, y vuelvo a ti sin
espada y una sola canción en
mi equipaje, amor, amor.
Mi mano abierta, y en su
palma una flor, la que desea
amo, amor, amor.
Donde esta tu casa, donde
esta el lugar, no lo encuentro
dímelo por favor, no veo tu
jardín, no veo una flor, solo
veo el cielo y es tuyo también,
pero me pertenece y quiero
llevarte a él.
Autor Juan Alonso Nebreda
31 de Enero del 2013.
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