¡Oh, mi poeta! Tu siempre tan triste y
alegre a la vez, que pasa por tu mente
cuando escribes, las alegrías te llegan
a manos llenas, las tristezas te
desesperan, los amores te llegan, amas
y desaparecen.¡Oh, poeta no estés
triste!
Sé que los que aman no comprenden
tus sentimientos, amas y quieres como
un ser que siente, los que te odian
siempre buscan tus reproches y desean
que busques soluciones a sus sentimientos
y los que te leen siempre están esperando
que tus sonrisas sean ciertas.
Siempre siento los pesares de todos
los amigos, deseo que ría el pobre y
que mire al rico para que siempre sean
amigos y puedan compartir e ilusiones,
alegrías y esperanzas, para que en esta
vida se pueda llevar.
No soporto los desprecios y las
risas falsas ya olvidadas, yo veo tu
nombre con letras de oro y me ilusiona
saber que eres amigo/a, me gusta
disfrutar de los recitales ante personas,
llenas de vida e ilusión, que comprendan
lo que uno habla, pero siempre mirando
el bien de las personas.
Autor Juan Alonso Nebreda
10 de Enero del 2013.
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