del poeta, en esta noche estrellada mi
luna se asoma, desea protegerme, sentía
mi sentir, pero en la oscuridad me dijo,
sigue tu vida que esta en la mía, nunca
te dejes vencer por ese destino que a
veces está muy oscuro.
A mi luna la sentí apagada, su señal
se veía bastante corta y muy silenciosa,
notaba que lloraba, y su vida le decía a
la mía, deseo tener tu apoyo y ella
también el mío aunque a veces sea muy
costoso y muy mal llevadero.
Mi sol apago su luz oscura de esta
forma apoyo el escribir del poeta, siento
calor entre los dos astros me llenan de
sabiduría, sé que hoy más que nunca no
deseo ve llorar a mis ojos, deseo sentir
ese cariño que mi luna me entrega
siempre.
Los lloros del poeta siguen, esperan
con inquietud ese amor declarado, la
inmensa soledad invade la vida, con esos
derroches demostrados día tras día, solo
deseo y espero que el gran amor de mi
luna me siga dando todos los días y
también demostrare al firmamento que
estoy entregado a ella.
Yo sé que cada anochecer ella sigue
firmemente mis pasos y sus sueños
suspiran amor, que a través del sol y las
estrellas lo percibe, ella sabe que el poeta
enamorado seguirá muy fiel a sus
encantos, porque sé que ella velara mis
sueños y hoy solo puedo decirle a mi
luna celeste un te amo.
Autor Juan Alonso Nebreda (España)
18 de Junio del 2018
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