día de calor inmenso, supe decirte algo, que
si pronunciarlo supiste apreciar esa llamada,
era ese signo del amor que siempre esta en el
gran suspirar de la vida, ese café junto al
castillo y el beso robado, supe que me amabas.
Seguía con el calor y mi deseo fue el tuyo
a través de nuestros sentimientos y esa pasión
se apodero de mi sentir y de mi persona, supe
que verdaderamente te amaba, esas miradas
delataban tus sentimientos puros amor.
Mi ilusión y me sentir crecieron en ese
día, en ese cariño cuídate, fue uno de tantos
detalles de este gran amor que hoy te
entrego, mi alma mujer amada desee sentir
esa pasión, nos entregamos al destino de amar
y sé que siempre hoy mañana deseo eso que
nos dimos.
Esa pasión dulce de nuestras vidas, algún
día nos las entregaremos, hoy son besos al
aire, pero sé que tu como yo estamos en la luz
de la vida, donde las estrellas miran nuestra
contemplación, fue esa voz volcánica que me
dejo ese estar de este delirio de amor.
Autor Juan Alonso Nebreda (España)
3 de Enero del 2017
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