siempre hay un día especial para recordar
esos recuerdos tan bellos y llenos de amor
y cariño, nos perdimos por aquel camino
junto a aquella playa llena de gente,
nosotros nos hicimos invisibles ante la
mirada atónita de la gente.
Nos perdimos por aquel camino, llegamos
a un refugio lleno de árboles, acompañados
de otros llorones que sus ramas llegaban
hasta el suelo, apenas llevábamos ropa, nos
besamos y su sabor a salitre no impedía de
dejarnos de besar, cada vez más nos gustaba.
Apenas se hizo de noche y nosotros
seguíamos amándonos, que momentos, tú
me querías y yo te amaba, eran otros tiempos
que jamás volverán , mis caricias las notaba
sin apenas hablarnos, las espigas de trigo se
veían como si fuese oro, tu vida era mi vida
con ese beso apasionado.
Que nos ocurre ahora, la vida es distinta,
ese amor ya no existe, que paso por nuestras
mentes, llegamos en medio de la nada, nos
dimos de todo y las estrellas desaparecen del
firmamento, es como ese amor que siempre
se deseo, pero ahora mismamente a si
desapareció, como la luna y las estrellas.
Autor Juan Alonso Nebreda
16 de Enero del 2015
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