el golpear de la lluvia.es un agua que me
interrumpe pintar un lienzo sobre la
misma lluvia, apena se ve en la noche
entrante y solo quedan mis pinceles y
mis pinturas.
Mis manos son incapaces de responder
a los sentimientos, los colores son
incapaces de sobresalir a la oscuridad de
una noche sublime y oscura, solo mi
espátula responde a la pintura, es la que
sirve para extender en los lienzos.
Llega el día y un espejo el que me dice
tranquilo, todo esta en orden, hace falta
afinar y seguir pintando, el agua se ve
perfecta mente, ahora comprendo que no
hay que agobiarse, la oscuridad llega,
pero también llega el día y la
tranquilidad.
En el día mis pinceles obedecen al
contacto de mis manos, el agua se ve
perfecta mente sobre el asfalto, es como
cuando un río se desborda con su riada,
mis ojos se abren y observan al lienzo de
la lluvia.
En la soledad y en el silencio de la
noche, todo parece oscuro y complicado,
alejemos los sentimientos y afrontemos
las alegrías que surgen en nuestras almas.
Autor Juan Alonso Nebreda
8 de Septiembre del 2013
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