me acariciaste cuando necesitaba
una caricia tuya, con dulzura me
la regalaste, porque juntos hemos
llorado en alguna madrugada o
reído con pena, en alguna
payasada.
Porque de alguna manera u
otra te has vuelto importante en
mi vida al ser mi amiga al
sentirte, al reflejarte en mi
historia, porque tu me has hecho
soñar a través de tus palabras,
de tus anhelos y de tus virtudes,
de esa manera los dos volamos
hacia el espacio misterioso como
auténticos campeones.
Me has contado tus penas y
te has enterado de mis temores
porque juntos soñamos para
aliviarnos nuestros dolores.
Hemos compartido vivencias,
amores y constumbres, en el
que tu llanto fue siempre mio y
mi sufrir siempre es el tuyo, por
eso los dos sentimos nuestro
amor y nuestro deseo.
Autor Juan Alonso Nebreda
13 de Julio del 2013.
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