nacemos con el signo de la lucha, nadie
nos da nada si no lo trabajas, yo siempre
luche contra esas tareas pesadas y muy
valiosas en la vida, luche por conseguir
ese amor que siempre soñé y me
esperaba.
Luche contra la hipocresía de la vida,
gente que te dice te quiero, pero solo es
eso un silencio cuando llamas y lo
necesitas, pero a esa llamada nadie
responde y al final termina una persona
rendida y dolida por el pesar que pudo
ser pero no es, mi vida no vale nada.
Yo sé que mi vida está muy inquieta y
muy delicada, me prometió amor, lo sentí
fue verdad, pero el tiempo pasa y ese amor
desaparece de la vida, sin decir
últimamente ni ola, no `sé que fue si está
o sigue esperando al tiempo, me siento
amarrado al destino, un destino que deseo
que pronto se aclare.
Es muy difícil luchar contra el destino,
que puede ser propio o impropio de las
circunstancias de la vida, te dicen amor y
te quiero, pero solo es eso una palabra
muy bien escrita, pero son hechos los que
verdadera mente buscamos la gente de bien,
aunque el corazón se canse de esperar,
daremos otra oportunidad al destino, pues
lo importante de la vida siempre es amar y
sentirse amado.
Autor Juan Alonso Nebreda
15 de Diciembre del 2013
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