de tu lado, siempre estuve contigo
apoyándote y dándote mi cariño y mi
aliento, sé que me enseñaste cosas
maravillosas, que estando a tu lado las
supe siempre realizar.
Yo también te entregue mi alma, mi
corazón y mi cuerpo siempre fuimos los
dos juntos a todos los lugares,
pareciendo unos quince añeros cogidos
de la mano, pero la verdad lo
deseábamos los dos.
Sé que cuando nos conocimos,
éramos más jóvenes y el amor se
notaba desde lejos, y eso fue
precisamente el momento más feliz
de mi vida, yo sentía que mi cuerpo
felicidad completa.
Y ahora por cuestiones de la vida
lloro tu ausencia después de
entregarnos todo lo que la vida nos dio,
tengo ansiedad de verte y de amarte,
pero comprendo que estoy solo y no
volveré en tiempo a sonreír, solo sé
que se puede superar con otro cariño
que sepa amarte y tu sientas esa
felicidad que siempre llevaras en tu
persona.
Autor Juan Alonso Nebreda
14 de diciembre del 2013
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