es la que me persigue, me acosa y
no me quiere dejar en paz, perdidos
en el vacío mis ojos van, miran al
horizonte buscando libertad.
El mundo a veces es mezquino y
a la vez cruel, tiene rabia, odio,
rencor, sentimientos amargos a
veces dulces, pero que como un
puñal se clavan sin tener compasión.
Como esas olas van a la orilla en
un día en calma, dejando oír ese
tímido murmullo, así es como
penetra mi amor en tu alma, para
sentirte feliz.
No tengo fuerzas para luchar
contra el engaño, el odio o la maldad,
desgarrado mi corazón va, no deseo
tener penas y me abruma esa soledad.
Compañera y amiga soledad,
rodeado de gente a veces va, pero
solo muchas veces y desamparado
estoy.
En este mundo de odio y falsedad,
solo con la alegría podrá estar, dejar
esa maldad para que por su camino
pueda caminar.
Autor Juan Alonso Nebreda
13 de Noviembre del 2015
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