Me robaste el corazón y el tiempo
que la sostenía, contemplare tu
alma en mis manos y serás tú la
razón de mi vivir.
Apretad mi alma, para poder
beber tu sangre y tú juventud
mal encaminada.
Comentaré tus dudas y
desesperación, tus fatigas y
ansias, yo las ahogue entre las
fuertes brumas y te daré de
comer en mis manos.
Mientras la noche nos vela
a través de la luna, por esta
ventana penetraron y te besaré
en la calma.
Buscaré tus recuerdos y te
recorreré en calma con mis
manos todo tu cuerpo, desde
los dedos de los pies hasta las
pestañas.
Y con este beso de amor, a
través del corazón, dentro del
amor te robare el alma.
Seguiré tras de ti, pisare tus
pasos donde quieras que estés
y donde quieras que vayas veré
tus movimientos donde estés y
vivirás en mis brazos, con todo
tu amor y calma.
Autor Juan Alonso Nebreda
11 de Febrero del 2013.
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