Era una tarde gris no había luz en mi
corazón, no tenía fuerzas para vivir, no
había en mi voz pasión.
Estaba enamorado de ¡Ti!
¡Solo de ti!
Ni te conocía ni te veía pero te
esperaba, habías de venir.
Te vi y te reconocí, mi corazón
tembló, años y años espere para verte
de cerca. ¡Así junto a mi!
Era la luz que yo necesitaba, eras mi
eje para vivir, eras mi pasión, eras mi
amor y te alejaste de mi.
Ya nada me importa, ilusiones,
esperanzas, creer en el amor y amar.
¿Y luego? Desilusiones, desencantos
y tristezas, oscuridad y claridad,
soledad y compañía. ¡Sin ti!
Vacío que se avecina, eterno volver
atrás, esperanzas rotas, melancolías
y esperar. ¡Esperar!
Ya nada importa.
¡Todo es soledad!
Autor Juan Alonso Nebreda
5 de Febrero del 2013
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