No ha venido nadie a verme
hoy, a mi puerta llamó una mano
amiga, yo anhelaba hablar con
alguien . ¡De esté amor! ¡De este
nuevo amor! Que yo tanto anhelo.
No he podido abrir mi corazón,
y mis penas en mi alma están
crujiendo, como crujen esas hojas
de dolor que se posan en el suelo.
Esperaré a mañana, que quizás
mi estrella, venga de madrugada.
No ha venido nadie a verme hoy,
y es que yo necesitaba hablar con
alguien.
Para que tanta amistad,
alrededor, si ahora no tengo a nadie,
no tengo nada a mi favor.
Amor que por momento ternura,
esperare a mañana, que quizá mi
estrella venga de madrugada.
Autor Juan Alonso Nebreda
3 de Febrero del 2013
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