Se acaba el día y mi vida empieza
a parar, llega la noche y mi alma
envejecida esta.
Ese día que me empuja a vivir y
continuar, me hace sentirme vivo y
esperanzas de albergar, pero se va
cruelmente sin dar tiempo a pensar,
que hay que exprimir la vida pues
se va y no vuelve jamás.
Quiero olvidar la tristeza, necesito
alejar el dolor, que es esta vida con
tanta crudeza en mi alma falta calor.
En este mundo cruel y desenfrenado
con miseria y podredumbre y maldad
mi corazón esta desgarrado. ¡Esta
ciega la humanidad!
Soledad ¡Vieja amiga! Me sigues
donde voy aunque alejarte yo
quisiera me buscas en donde estoy.
Tú me acompañas siempre, no me
quieres olvidar, de tristeza llenas mi
vida, y para mi. ¡No amanece más!
Autor Juan Alonso Nebreda
5 de Febrero del 2013
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