Soñé que te quería y que yo te adoraba
feliz te acariciaba como loco frenesí y que
tú quedada mente me hablabas muchas
cosas de amor maravillosas que apenas
comprendí.
Más cuando nuestros labios se unieron
arrogantes, los míos tremulantes dejaron
de temblar y en un arrebato de dichas y
placeres señalan que me quieres entonces
yo entendí.
Una vez que han cesado tan delirantes
sueños, alegres placenteros que me
hicieron feliz, me puse a meditarlos un
tanto juicioso, de pronto muy ambicioso
por tu amor me sentí.
Y ahora que no ignoras lo muy
interesado que esta y alucinado por ti
mi corazón, por cuanto de mi sabes
espero melindrosa, compartas
orgullosa conmigo esta afección.
Soñé mujer soñé que alegre me decías
que por tu corazón el mío embellecía y tú
inflexiblemente ahincabas la mirada
febril enamorada llamando mi atención.
Autor Juan Alonso Nebreda
1 de Febrero del 2013.
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