Triste esta mi alma Señor,
envejecida y cansada de
caminar, triste esta mi alma,
porque sola el camino
recorrerá.
El pedregoso y largo
sendero, que solo tendré que
vencer, no me da miedo verlo
tan solo, si no lo largo y tan
corto que es.
El sudor empapa mi frente
el cansancio destroza mis pies
y en mi alma vieja y cansada
ya empieza a amanecer.
Serán muchas las personas
que te quieran, serán muchas
las que su amor te den y aún
queriendo recibirlo ella, el
mio jamás le va a pertenecer.
Podrá quedarse el mar sin
agua, podrá la tierra juntarse
con el sol, pero tu mi amor, a
donde vayas no podrás vivir
sin mi calor.
Escaparon las estrellas del
universo, la vida podrá parar,
pero mi amor que es limpio y
puro, durara hasta conseguir
la. ¡Felicidad!
Autor Juan Alonso Nebreda
2 de febrero del 2013
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