Ayer conocí a mi morena, soñé
con ella, era hermosa, apareciste
en mi vida, eras como una diosa.
Yo deseaba abrazarte y tú curar
las heridas provocadas por la
falta de amor, las curaremos con
besos y abrazos.
En ti existe una inmensa ternura,
que tenemos que darnos los dos
con mucha pasión y recordar el
ayer que nos provocaba calor.
Nuestro contacto brillará e
iluminaremos más que el sol a
pleno sol del día, mucho sudor
manara de nuestra frente en la
orilla del mar.
Nuestros cuerpos vibraran
al juntar nuestras caras y nuestro
amor vivido nadie nos lo podrá
quitar y yo jamás lo podré olvidar.
Tú seguirás en este mundo y
jamás morirás respiraremos
fuertemente y solo en tus
palabras creeré, no te vayas
quiero más y que mi vida contigo
sea una realidad.
Autor Juan Alonso Nebreda
28 de Febrero del 2013
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