Aquellos tiempos pasados, que en
una época dieron que hablar pero
siempre encantados a mucha gente
en la orilla del mar.
Fue una obra maravillosa, que sin
pensarlo lo quise ver, allí fue medio
pueblo que sus azadas se pusieron
a cavar, en medio de esa playa tan
hermosa de San Cibrian.
Hasta fue un día mi suegra que
con sus uñas empezó a escarbar unos
cuantos días sin descansar, estaba la
playa repleta de monedas, algunos
pescaron más de cincuenta y otros
no pescaron ni un duro.
La gente del pueblo y mi suegra
estuvieron una semana, escarbando
noche y de día, perdieron las uñas
y el pelo, con la abundancia que
tenían y en vez de coger monedas
lo que cogieron fue una pulmonía
y en el jardín de su casa están
escarbando todavía.
Autor Juan Alonso Nebreda
22 de Febrero del 2013.
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