ME ENTREGO AL AMOR DE (JUAN ALONSO NEBREDA)

     Puede que quizás sea ese ser que con luz
avive el fuego, que me rompe la frente como
ese rubí que perdí en ese cuerpo lleno de
amor y felicidad, que se funde con el abismo
de la vida.
     Estoy en la cristalina luz que aviva mi vida
junto a la tuya, con esa viveza de ser este amor
apetecible, como en la vida que combatimos en
el mismo sentido para atacar, siendo el
resplandor de tu vida, y el más feliz que
transcurre en esta verdad.
     Soy feliz en ese camino que un día nos
cruzamos y nos fundimos como los ríos que se
juntan para amarnos, sin vernos sufrir, solo
disfrutar de nuestros derechos del vivir hoy y
mañana felices.
     Es ese amor que consiste en nuestra dicha
creciente de cada día, solo al extender los brazos
nos encontramos, para poder juntarnos en los polos
extremos del mundo, como las orillas de los ríos
que juegan con sus blancas aguas al desembocar
en los mares, y son mis dedos los que tocan tu
carne de seda en lo que te estremeces y te
alborotas.
     También deseo gozar de esas lejanas luces que
se pierden en el horizonte lejano y descanso en sus
desnudos brazos, que enseña tu novata firmeza,
para mojar toda la divinidad vivida.
     Vivir allá en la lejanía en las faldas de esa
meseta, donde los ríos se confunden con los prados,
donde las laderas verdes las confundimos como las
aguas de los ríos, donde dos seres se sienten felices

para poder vivir la vida junto el uno con el otro.
  Autor Juan Alonso Nebreda
   29 de Diciembre del 2015