sentir en ese final infinito que de amor
logre rebosar, en esa energía sin igual
que derroche para sentir ese calor que
tu siempre me dabas y a su vez
también me amabas.
Yo me aleje y el horizonte se acercó
a mi presintiendo el haber gozado de
toda plenitud de dicha y placeres,
viviendo ese amor inmenso que tú
imagen desprendía hacia mi, tú me
deslumbraste.
En ese mar inmenso que junto a su
playa, escuchábamos los sonidos más
importantes de nuestras vidas y solos
supimos soportar, pero nunca sabremos
que nos espera en esta vida ante este
mar tan traicionero.
Pero se que cuando tu mirar se cruza
con mi mirada, no me canso de ver ese
paisaje donde yo te espero, en estos
lugares inmensos o en esas calles tan
habitadas por esa gente tan gentil, es
cuando me siento un ser capaz de sentir
y de amar.
Autor Juan Alonso Nebreda
4 de Diciembre 2015
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