es ese lugar cargado de robles y encinas, donde
cada paso suspiraba y respiraba tu aroma,
requería tu dulce presencia, pero cada paso mío
era sentir más soledad en tú búsqueda.
El día estaba frío y gris, se esperaba nevar,
pero yo poco a poco seguía fiel al encanto de tu
aroma, buscaba más y más, mi cabeza erguida
miraba al frente y al horizonte, solo se notaba
un aire que se encrespaba en mis carnes.
tristeza en mis sentidos, solo tenía un deseo mi
alma, seguir sin parar hasta ver a este amor que
día a día más me siento atraído, el cielo y las
nubes eran testigos de mi desasosiego.
Cada vez notaba más cerca tú aroma,
deseaba que solo me vieses en ese llegar sin
sufrimiento ni agonía, que vieses esa sonrisa que
sale de mi mirada, sabía que me esperabas, llegue
a tú morada, nos sentimos felices y llenos de vida,
deseo dar vida a tu alma, para que en nuestro sentir
sigamos amándonos.
Autor Juan Alonso Nebreda (España)
23 de Enero del 2018
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