que besaste mis labios y a su vez
suavizaste esa tardanza que yo estaba
esperando, simplemente ese beso
suavizo mi entusiasmo y abriste en mi
ese pensar del sentir y estar vivo en la
vida.
Tú fuiste la causante que entraste en
mi vida para suavizar mi forma de ser
y este carácter mío que hasta el día de
hoy estaba endemoniado por los
recuerdos de ese destino que en mi
vida paso.
Sé que tus besos suavizan el
encanto que tú dejas en mi estar, sé que
como tú sin tocarme, eres ese ser que
hacen que mis días sean amenos y a su
vez más pensantes, sé que tú aroma me
lleva hasta donde tú estás y yo deseo
aclamarme en ese lugar.
Ese puñal que tuve clavado en ese
tiempo, tú presionaste para sacarlo de
mi pecho para quedar liberado, ahora
comprendo porque siempre estás en
mi pensar y aunque no te toque sé que
estás y existes.
Autor Juan Alonso Nebreda
1 de Julio del 2015
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