a mi sol esconderse, era el ocaso del
día, mi Ángel se fue, solo queda esta
noche iluminada en este universo,
lleno de estrellas radiantes.
Mis manos deseo regalarte pero
siempre son pequeñas, no llegan a su
destino, ese lugar donde mi beso
llega, un lugar donde siempre es bien
recibido, ese lugar donde se ahoga
mi vida.
Hacia mi llega ese rayo siempre
lleno de vida e ilusiones a este mi
corazón que siempre esta desnudo
ante tu mirada, deseo que seas esa
luna que me ilumine y esa rosa que
me abriga en las noches solitarias
dándome calor.
He prometido a la noche que
hoy saldré a la oscuridad, espero
ver ese sentir de tú vida y ver la mía
iluminada, que prestes atención a
esta vida, donde solo siente el sentir
de amar, al fuego vivo y al calor.
Autor Juan Alonso Nebreda (España)
2 de Agosto del 2016
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