caricias deseadas que sienten nuestros
cuerpos, sabemos nuestros deseos
llenos de gloria y de amor, solo se
oyen susurros y alegrías en nuestro
sentir, que nos pode a nuestra
sinceridad un amor llevadero.
Que dulzura hay en tu mirada
cuando veo esos ojos llenos de vida,
que poco a poco me vas entrando en
esta vida, a veces un poco silenciosa,
pero sé que tus manos conducen a
este rudo y solitario en esta vida llena
de pesares.
Deseo sentir esta vida, ahora tengo
ansia de ella porque sé que tiene ese
valor que a veces no lo vemos, donde
esa sombra de ayer desaparece donde
llega esa Luna Celeste que siempre sabe
iluminar mi vida presente limpia y
amorosa.
Veo ese cielo tan estrellado cada vez
que lo miro, antes solo había oscuridad
como si mis ojos estuviesen cerrados, no
hay silencio solo se ven esos sueños que
siempre nos inducen al placer del pecado,
eso está entre la tierra y el cielo donde los
dos nos amamos.
Autor Juan Alonso Nebreda (España)
11 de febrero del 2016
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