de libertad, tendría por lecho el campo y de
compañero el mar.
El sol sería mi amigo, los pájaros me
enseñarían a volar, volaría por las ciudades y
el mundo intentando mi amor buscar.
Quisiera poder marcharme, para poder vivir
y olvidar, que aquí estoy de paso y prestado en
esta ciudad.
Alegre pájaro, alegre cantor de tus bellos
trinos llena mi corazón, llénalo que está vacío,
pues de mi se alejo el sol, dejándome solo y
oscuro y a si sin rumbo voy.
¿Qué será de mi vida sin la ilusión de tu amor?
¿ Que será de mi alma si no puedo verte yo?
Necesito que tus ojos me miren, necesito que
me veas amor, deseo que me necesites tanto, que
no puedas vivir sin mi amor.
Es tan posible nuestro amor, que el universo
tendría que desaparecer, se fundiría el cielo con
el mar y para siempre desaparecería el sol.
Nuestras almas vagan en solitario y libres por
ese vacío y cuando volviera a brillar el sol
encontrásemos para siempre la paz.
Con tu presencia me devuelves a mi vida la
ilusión, la alegría y las ganas de vivir.
Con tu mirada devuelves a mi alma sentimientos
vivos, ansias de vivir y con tu voz y tu canción, me
despiertas el amor.
Autor Juan Alonso Nebreda
22 de Marzo del 2015
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